jueves, 21 de octubre de 2010

Primer hospital en el Perú

Lleno de beneficios, el virreinato del Perú se volvió uno de los más grandes de Sudamérica, llegando a alcanzar una población numerosa entre españoles, mestizos, indios y negros. Debido a esto, las necesidades básicas tuvieron que ser suplidas en diferentes condiciones para cada clase social existente en la colonia. Las necesidades tanto educativas como de administración de justicia se realizaban en establecimientos designados por las autoridades y en muchos casos fueron creados solo para dicho fin. En cambio, la atención a la salud de la población se realizaba de casa en casa, es decir sin un lugar apropiado para el tratamiento de los enfermos según sus necesidades o lo diferente de cada enfermedad. Para esto la iglesia católica tomo el control sobre la administración de la salud de la población como parte de una obligación religiosa, el cuidado de los enfermos. En el año de 1552 se fundó en lima el Hospital Real de San Andrés, este centro de salud de la colonia fue construido bajo la motivación religiosa del cuidado de los enfermos como acto divino de piedad. La historia de la creación de este nosocomio se remonta a un clérigo llamado Francisco de Molina, español que atendía a muchos enfermos de escasos recursos económicos en su propio hogar y como era lógico este no era el lugar apropiado para la atención debido a que las instalaciones de su casa no abarcaba la muchedumbre de enfermos que solicitaban su ayuda así que planteo la idea de la creación de un centro de salud para la atención de estos. Esta idea fue presentada al virrey Don Andrés hurtado de Mendoza que accedió ante ella. El cronista de la época Fernando de Montesinos narra lo sucedido: "1560, vivía en este tiempo en Lima, un varón puro y santo llamado Francisco de Molina, clérigo; era natural simplísimo y sencillo, y tan caritativo, que llevaba a los pobres españoles a curar a su casa; dolía mucho porque en ella no había capacidad para curarlos tenia de ordinario seis camas y procurarles a los enfermos todo regalo; eran muchos los que acudían a valerse de su caridad, y hallándose imposibilitado de curarlos en la pequeña casa, pidió al Virrey le diera un sitio para llevar allí a sus pobres; dile el arrabal que es hoy el sitio donde está el Hospital de San Andrés, con cargo que el Hospital se había de llamar este nombre en memoria del suyo “.[1] El Hospital Real de San Andrés fue diseñado exclusivamente para españoles y bajo el patrocinio del gobierno virreinal es de donde nace el termino de “Hospital Real “, al ser este del virreinato se le otorgo una renta por la cual se construyó, se mantenía y se suplía las necesidades. Fue exclusivamente un lugar para pacientes con enfermedades graves y mentales, los pacientes con enfermedades leves o comunes eran atendidos en sus hogares[2]. Este nosocomio español se mantuvo bajo el control de la iglesia ya que era gente del clero quienes mantenían la atención de los pacientes, los médicos realizaban visitan temporales para ver la atención general del hospital y luego el cuidado diario quedaba en manos de una orden religiosa o de mayordomos que actuaban bajo la dirección de estos. No se puede negar la importancia que tuvo el Hospital de San Andrés para la enseñanza de la medicina de la época, este fue uno de los principales puntos del conocimiento de la medicina del Perú colonial debido a esto fue dada la orden bajo una soberana resolución de la creación de un anfiteatro para la enseñanza de la anatomía del cuerpo humano en el año de 1753 , orden que no fue realizada hasta el año de 1792 en la que fue inaugurado el anfiteatro con la presencia del ilustre Hipólito Unánue y con el apoyo de virrey Frey Francisco Gil de Taboada y Lemos y Villamarín. En conclusión la historia del Hospital Real  de San Andrés ha sido fundamentada en los principios de la historia de la medicina en el Perú, este nosocomio sufrió diversos cambios en lo largo de la historia, al perder su valor como centro de salud debido a diversos maltratos hacia los pacientes con enfermedades mentales y la creación de hospitales con mejor infraestructura. Debido a esto se decidió un destino diferente a este hospital, una parte paso a ser lo que ahora se conoce como la plaza Italia, en lo que fue el anfiteatro de anatomía se construyo la comisaria de san Andrés y lo que quedo de las instalaciones pasaron a ser parte del colegio Oscar Miro Quesada que luego tuvo que ser trasladado debido a la inseguridad que generaba la infraestructura antigua de este recinto.


[2] DELGADO, Gustavo (2008) pp. 8

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